Su Reino no tendrá fin
"Este será grande, y será llamado HIJO del ALTÍSIMO; y el SEÑOR DIOS le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y Su Reino no tendrá fin" (Lucas 1.32-33).
El niño que nació en Belén, en medio de la indiferencia general, era el HIJO de DIOS, el Creador de todas las cosas (Juan 1.1-3). Y fue el mismo SEÑOR, quien tomó la decisión de venir en carne, habitar entre los seres humanos y dar Su vida en la cruz para salvarnos. Por eso, desde Su nacimiento hasta Su muerte en la cruz, DIOS fue glorificado en todo lo que JESÚS hizo (Juan 17.4).
DIOS el PADRE dijo de JESÚS: "Este es Mi HIJO Amado, en quien tengo complacencia" (Mateo 3.17 y 17.5). Así que, luego de que JESÚS muriera en la cruz, el PADRE lo resucitó.
Recordemos las palabras que dijo el ángel Gabriel a María, antes del nacimiento de JESÚS: "Este será grande, y será llamado HIJO del ALTÍSIMO; y el SEÑOR DIOS le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y Su Reino no tendrá fin" (Lucas 1.32-33).
¡JESÚS vive para siempre, y hoy todavía se presenta como Salvador de todo aquel que cree en ÉL! (Juan 3.16-21).