Sin mancha, irreprensibles y en paz
"Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por ÉL sin mancha e irreprensibles, en paz" (2° carta de Pedro 3.14).
Todos los seres humanos estamos viviendo, bíblicamente hablando, entre la promesa de la segunda venida de CRISTO y el cumplimiento de esa promesa extraordinaria. Y aunque no sabemos el momento en que sucederá Su retorno, los creyentes en CRISTO podemos (mientras tanto), ocuparnos y esforzarnos por vivir una vida de santidad. Pues, como dice la Escritura: "Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al SEÑOR" (Hebreos 12.14).
El apóstol Pedro habló sobre esa necesidad que tenemos todos los creyentes en JESÚS, no solo de vivir una vida que agrade a DIOS, sino también de esperar Su regreso glorioso (2° carta de Pedro 3).
Como hijos amados de DIOS, debemos dejar que el ESPÍRITU SANTO obre en nuestras vidas cada día; porque cuando ÉL nos moldea con la Palabra de DIOS, nos va transformando para que seamos más como CRISTO (2° carta a los Corintios 3.18).
Entonces, cuando vuelva JESÚS, nos hallará sin mancha, irreprensibles (sin reproche) y en paz (2° carta de Pedro 3.14).