Pedir perdón y perdonar
"Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que CRISTO os perdonó, así también hacedlo vosotros" (Colosenses 3.13).
Hay dos asuntos en la vida de las personas, que podríamos catalogar como muy difíciles de hacer. Una es pedirle perdón a otra persona; y la otra, es perdonar a aquel que nos ofendió o dañó. En esas situaciones, no solo entran en juego nuestras emociones sino también nuestros egos y pensamientos muy diversos; incluso tal vez, entren en juego los consejos de otras personas.
Si leemos Génesis 50.15-21, veremos la madurez espiritual que tenía un hombre que había vivido cosas terribles en su juventud. Una de esas cosas terribles era que sus propios hermanos quisieron matarlo, y que para no hacerlo, tomaron la decisión de venderlo (Génesis 37). Sin embargo, este hombre que se llamaba José, también había experimentado en su vida, la Gracia y la Misericordia de DIOS; y de ninguna manera, iba a guardarles rencor a sus hermanos.
"Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de DIOS? Vosotros pensasteis mal contra mí, mas DIOS lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo" (Génesis 50.19-20). José ya los había perdonado. Él había mirado más allá de la conducta de sus hermanos y había comprendido el propósito de DIOS para su vida. Además, José también sabía que no le correspondía a él, vengarse de sus hermanos.
Quienes hemos experimentado el Perdón y la Gracia de DIOS en nuestra vida, podemos, tenemos y necesitamos perdonar a quienes nos han ofendido o dañado. De la misma manera, podemos, tenemos y necesitamos pedirle perdón a quienes hemos ofendido.