Oraciones públicas y privadas
"Porque donde están dos o tres congregados en Mi Nombre, allí estoy Yo en medio de ellos" (Mateo 18.20).
Orar al SEÑOR junto con otros hermanos en la fe, es muy importante y de gran bendición; y no solo lo hacemos para agradecerle al SEÑOR, sino también para elevar nuestros ruegos y peticiones a ÉL. Estando juntos, nos ponemos de acuerdo y oramos por el mismo asunto al SEÑOR (o varios asuntos).
JESÚS le dijo a Sus discípulos: "Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi PADRE que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en Mi Nombre, allí estoy Yo en medio de ellos" (Mateo 18.19-20). Esto también aplica para nosotros; y significa, que cuando los creyentes en JESÚS oramos juntos al SEÑOR según Su perfecta voluntad, ÉL nos escucha y actúa en consecuencia.
Por otra parte, también es importante orar al SEÑOR estando a solas. Allí podemos derramar nuestro corazón a ÉL, no solo para agradecerle, sino también, para contarle todas nuestras cargas, luchas y situaciones. Durante ese tiempo de oración individual, es necesario que no haya interrupciones, para que el ESPÍRITU del SEÑOR nos guíe a orar conforme a Su voluntad.
JESÚS dijo: "Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu PADRE que está en secreto; y tu PADRE que ve en lo secreto te recompensará en público" (Mateo 6.6).
Tanto las oraciones públicas como las privadas son necesarias para todos los creyentes en JESÚS; y serán escuchadas por el SEÑOR, si es que están dirigidas a ÉL conforme a Su voluntad.