¡La Roca firme!
"Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca" (Mateo 7.24).
JESÚS habló de un hombre que, antes de edificar su casa, mira y observa que el terreno donde edificará no se mueva, sino por el contrario, que sea sólido y estable; pero también habló del caso contrario. Al primero, el SEÑOR lo considera un hombre sabio (un hombre prudente), que observa bien dónde estarán puestos los cimientos; y al segundo, lo considera un constructor imprudente, ya que no considera las bases que sostendrán el edificio (Mateo 7.24-29).
Este principio, también es aplicable a la vida de cada persona; y como creyentes en CRISTO, necesitamos fundamentar nuestras vidas en la Roca firme, segura y eterna (1° carta a los Corintios 3.11).
Si JESÚS no es el fundamento de nuestras vidas, éstas se derrumbarán ante cualquier circunstancia adversa. Pero, si ÉL es el fundamento, nuestras vidas estarán firmes y seguras en ÉL.
El autor del Salmo 73 (Asaf), entendía ese principio y expresó: "¿A quién tengo yo en los cielos sino a Ti? Y fuera de Ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la Roca de mi corazón y mi porción es DIOS para siempre" (Salmo 73.25-26).
Seamos sabios y prudentes, confiando en la única Roca firme y segura: nuestro SEÑOR JESUCRISTO.