La cruz: Punto de partida
"Por cuanto agradó al PADRE que en ÉL (JESÚS) habitase toda plenitud, y por medio de ÉL (JESÚS) reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de Su cruz" (Colosenses 1.19-20).

Antes de que JESÚS venga a nuestras vidas para salvarnos, éramos pecadores por naturaleza y también por decisión propia. Éramos indiferentes, malos, sin paz, sin esperanza, sin vida espiritual. Pero a través de la cruz de CRISTO, el SEÑOR nos tomó y nos colocó del otro lado (1° carta de Pedro 2.9). Nos puso en un camino que nos lleva a la vida, a la paz, a la seguridad; nos puso en un camino, en el cual podemos tomarnos de la mano de Aquel que pagó un alto precio por nosotros (Colosenses 1.13-14).
La cruz es lo que DIOS planeó para que nosotros, quienquiera que seamos y sea lo que sea que hallamos hecho, dicho y/o pensado, podamos tener una vida diferente (Juan 10.10b); y no tan solamente eso, sino también una eternidad diferente.
Todo ser humano necesita al SALVADOR para ser salvo, porque solo ÉL puede cambiar a una persona y mostrarle la senda de la vida (Salmo 16.11). Solo ÉL puede llenar el vacío que hay en la vida de una persona y darle esperanza de vida eterna.
La cruz de CRISTO es ese punto de partida hacia una vida distinta.