JESÚS está disponible
"... Si oyereis hoy Su voz, no endurezcáis vuestro corazón..." (Salmo 95.7c-8a).
Iniciamos nuestra meditación bíblica para este día, recordando que los fariseos siempre estaban buscando una ocasión para que JESÚS se equivoque y tropiece, y así poder acusarlo. También, tenemos que recordar que la ley (en el Antiguo Testamento), prohibía expresamente hacer cualquier cosa en el día de reposo (Éxodo 20.10).
Un Sábado (día de reposo según la ley), sucedió que el SEÑOR JESÚS entró a la casa de un gobernante que era fariseo; y estaba frente a ÉL, un hombre que padecía hidropesía (persona que tiene retención anormal de líquido en el cuerpo). Así que, JESÚS les pregunta si estaba bien sanar en ese día; ya que ellos, seguramente rescatarían (ese mismo día de reposo), a un animal que estaba atrapado en un pozo. Por un lado, los intérpretes de la ley y los fariseos callaron, pues no podían replicar a estas cosas; y por el otro, JESÚS sanó a ese hombre hidrópico en el día de reposo, pues tenía la autoridad para hacerlo (Lucas 14.1-6).
Para poder acercarnos al SEÑOR y que ÉL obre en nuestras vidas, no necesitamos esperar a que llegue un determinado día, o que la iglesia abra sus puertas. ¡JESÚS está disponible cada día y en todo momento! Además, la Escritura dice: "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Hebreos 4.16).
Hoy... el SEÑOR puede y quiere obrar en nuestras vidas. ¿Lo dejaremos actuar?
"... Si oyereis hoy Su voz, no endurezcáis vuestro corazón..." (Salmo 95.7c-8a).