¡Hay perdón!

08.11.2024

"JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh SEÑOR, podrá mantenerse? Pero en Ti hay perdón, para que seas reverenciado" (Salmo 130.3-4).

  La Escritura nos enseña que DIOS había determinado destruir por completo la ciudad de Nínive, debido a que ésta había pecado contra DIOS (Jonás 1.2 y 3.4); sin embargo, cuando los moradores de la ciudad de Nínive escucharon esas palabras de juicio, se arrepintieron de sus muchos pecados contra DIOS, y el SEÑOR los perdonó (Jonás 3.10). ¡Qué maravilloso saber que toda una ciudad se volvió al SEÑOR en arrepentimiento!

  Pero hay otro lado en esta historia; la cual nos dice que el profeta Jonás no quería que DIOS mostrase Misericordia con ellos; así que, se apesadumbró. Esto significa que le disgustó o desagradó el hecho de que DIOS los haya perdonado a todos. Jonás creía que DIOS cometió un error al perdonarlos, y en lugar de alegrarse por la salvación de toda una ciudad, él se disgusta y enoja con DIOS (Jonás 4.1-2).

  La misma Gracia y Misericordia que lo había alcanzado a él en el vientre del gran pez (Jonás 2), también había llegado a Nínive. Para Jonás, estaba bien que DIOS lo perdone a él que había huido del SEÑOR y Su mandato (Jonás 1.3), pero estaba mal que perdone a una ciudad cuya maldad había llegado delante de DIOS (Jonás 1.2).

  Lo que este profeta no entendía es que para DIOS no hay pecados chicos o grandes; para DIOS, todos los pecados están a la misma altura. Es por eso, que cada ser humano necesita arrepentirse de sus pecados, pues el SEÑOR desea perdonarnos.

  Toda persona que se acerca al SEÑOR en arrepentimiento y fe (confianza en ÉL), alcanzará el oportuno socorro (Hebreos 4.16).

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