Enviado por DIOS

16.12.2024

"Porque no envió DIOS a Su HIJO al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por ÉL" (Juan 3.17).

  La Biblia nos enseña que "DIOS fue manifestado en carne" (1° carta a Timoteo 3.16a), y esta maravillosa manifestación del SEÑOR por medio de Su HIJO JESÚS, marca un antes y un después en la historia de toda la humanidad, y la marca para siempre. ÉL tenía que venir para cumplir el gran propósito de DIOS: reconciliar al hombre pecador con DIOS mismo, mediante la cruz.

  Cuando el apóstol Pablo le escribió a las iglesias de Galacia, les dijo: "Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, DIOS envió a Su HIJO, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos" (Gálatas 4.4-5). Y a los santos y fieles que estaban en Éfeso, les dijo: "Y mediante la cruz reconciliar con DIOS a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de ÉL los unos y los otros tenemos entrada por un mismo ESPÍRITU al PADRE" (Efesios 2.16-18).

  El HIJO del ALTÍSIMO fue enviado por DIOS el PADRE; y según el plan del SEÑOR, debía venir en carne. Así que, JESÚS fue concebido por obra del ESPÍRITU SANTO (Mateo 1.18) y nació de una mujer (Gálatas 4.4). Luego, JESÚS anunció las buenas nuevas de paz (Efesios 2.17) y murió en la cruz, para que todo aquel que crea en ÉL sea salvo (Juan 3.14-15).

  "Porque no envió DIOS a Su HIJO al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por ÉL" (Juan 3.17).

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