El por qué de Las Escrituras
"Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien" (Josué 1.8).
Solemos animar a las personas para que lean la Palabra de DIOS (Biblia); y así puedan, no solo conocer quién es DIOS, sino también para que puedan creer en ÉL (Juan 20.31). También solemos hablar de que es muy necesario para los creyentes en JESÚS, meditar en este maravilloso libro. Por otra parte, también solemos hablar de que necesitamos tomar decisiones sabias, o decisiones que estén conformes a la voluntad de DIOS.
Y cuando se trata de tomar decisiones sabias, necesitamos tener bases sólidas para poder ser victoriosos en esas decisiones. Es por eso, que necesitamos hacer lo que hacía el autor del Salmo 119: "En Tus mandamientos meditaré; consideraré Tus caminos. Me regocijaré en Tus estatutos; no me olvidaré de Tus palabras" (Salmo 119.15-16).
La meditación de la Palabra de DIOS, nos estimula a poner en práctica cada día, los mandamientos y principios bíblicos que allí encontramos. Además, nos mantiene centrados en lo que DIOS quiere de nuestras vidas y para nuestras vidas (Salmo 16.11).
Si queremos atesorar en nuestro corazón lo que el SEÑOR dice y practicarlo (andar en Sus caminos), la única forma de hacerlo, es que nos dediquemos a meditar siempre en la Palabra de DIOS (Josué 1.8).