Debemos elegir
"Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así JEHOVÁ DIOS de los ejércitos estará con vosotros, como decís" (Amós 5.14).
Si hacemos una comparación entre lo que ofrece DIOS y lo que ofrece este mundo, ¿Con cuál nos quedamos? ¿Qué elegimos? ¿Cuál de los dos es más provechoso y seguro?... Consideremos algunos ejemplos.
DIOS nos ofrece: vida abundante, paz perdurable, ánimo, fortaleza, consuelo, propósito, esperanza, seguridad eterna, Su cuidado, Su salvación, etc, etc,. Y todas esas cosas, nos las da por pura Gracia. Por otra parte, este mundo nos ofrece: caos, inseguridad, egoísmo, guerra constante, desesperanza, desaliento, sufrimiento, dolor, tristeza, llanto, duda, etc, etc,. Así que, el ser humano necesita tomar una importante decisión urgentemente; y esa decisión no solo cambiará su vida, sino también su eternidad.
Si rechazamos a DIOS prefiriendo los ofrecimientos de este mundo, nos condenamos a una eternidad sin el SEÑOR, por cuanto no creemos en ÉL; pero si elegimos a DIOS, no solo seremos salvos por ÉL, sino que además tendremos una eternidad con ÉL.
"El que en ÉL cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el Nombre del Unigénito HIJO de DIOS" (Juan 3.18).