Continuemos orando
"Orad sin cesar" (1° carta a los Tesalonicenses 5.17).
¿Por qué los creyentes en JESÚS oramos a DIOS? ¿Es necesario que lo hagamos así como ÉL lo enseñó?
Primeramente, tenemos que decir, que la oración al SEÑOR no es para lograr que ÉL haga lo que nosotros queremos o deseamos, ni mucho menos para decirle a DIOS qué hacer en determinadas situaciones. La oración a DIOS, es para hablar con ÉL; reconociéndolo primeramente como SEÑOR y para agradecerle no solo por Sus bendiciones, sino también por quién es ÉL. También, en nuestras oraciones, le elevamos nuestras rogativas.
JESÚS mismo habló sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar (Lucas 18.1); mostrándonos de esta manera, que la oración a DIOS es muy importante para todos aquellos que creemos en ÉL; no solo para permanecer firmes, sino también para encontrar en ÉL, ánimo, fortaleza, socorro, etc..
Cuando oramos al SEÑOR, nos rendimos a ÉL y le entregamos nuestras situaciones o circunstancias, confiando en que ÉL se ocupará en Su tiempo y a Su manera (1° carta de Pedro 5.7).
Mientras esperamos Su respuesta, confiemos en ÉL y continuemos orando sin desmayar (Lucas 18.1).