¡Con total confianza!
"Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Hebreos 4.16).
Hablar con nuestro DIOS cada día de nuestra vida es maravilloso, pues en ÉL encontramos aliento, corrección, guía, sabiduría, consuelo, etc. Y podemos hacerlo constantemente y sin impedimentos, porque en CRISTO tenemos esa preciosa libertad.
A través de la epístola (carta) a los Hebreos, somos alentados a acercarnos al SEÑOR (el Gran Sumo Sacerdote), con total libertad y confianza. Además, sabemos que ÉL nos entiende perfectamente, porque ÉL también "fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado" (Hebreos 4.14-15). Es por eso, que podemos ir ante el trono de DIOS y presentar no solo nuestras vidas, sino también nuestras peticiones y acciones de gracias.
Hoy y cada día, somos alentados con esas palabras extraordinarias: "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Hebreos 4.16).
¡Qué bendición!... ¡Podemos acercarnos al SEÑOR, con total confianza!