Ante el trono de la Gracia
"Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Hebreos 4.16).
La Palabra de DIOS nos enseña que hay un solo camino al PADRE; o dicho de otra manera, hay un solo intermediario entre ÉL y el ser humano (Juan 14.6 y 1° carta a Timoteo 2.5). Su Nombre es JESÚS y no hay nadie como ÉL; pues ÉL es el único que es Digno de ocupar ese lugar.
Fue el SEÑOR JESÚS quien ha pagado un alto precio, para que nosotros podamos ser salvos; fue Su Sangre vertida en la cruz, la que ha permitido que podamos reconciliarnos con Aquel que nos ama (Romanos 5.10).
Además, es por medio de JESÚS, que hoy podemos acercarnos libremente y con confianza delante del trono de la Gracia, para presentarle nuestras peticiones, nuestra gratitud y nuestra vida entera a DIOS.
Es en el trono de la Gracia, donde podremos hallar una respuesta. A veces recibiremos lo que pedimos; otras veces, tendremos que esperar, y otras veces, recibiremos un no como respuesta. Pero, cualquiera sea Su respuesta, podemos estar seguros de que ÉL está actuando, para darnos lo que es bueno y mejor para nosotros.
"Porque Yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice JEHOVÁ, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis" (Jeremías 29.11).