Algo grande que debemos contar
"Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho JESÚS con él; y todos se maravillaban" (Marcos 5.20).
Después de que JESÚS calmara la tempestad en el mar de Galilea, se fue junto con Sus discípulos, al otro lado del mar (más precisamente a la región de los gadarenos). Al llegar allí, vino a Su encuentro un hombre que tenía un espíritu inmundo; pero JESÚS, luego de una corta conversación, lo libera de esos espíritus (Marcos 5.1-13).
Así que, este hombre que había sido liberado de un tormento, le rogó a JESÚS si podía quedarse con ÉL, más el SEÑOR no se lo permitió (Marcos 5.18-19). Pero le dijo: "Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el SEÑOR ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti" (Marcos 5.19).
Lo único que este hombre necesitaba hacer era obedecer al SEÑOR, contando su testimonio a los suyos; y así lo hizo (Marcos 5.20).
Aunque DIOS le ha dado a cada uno de Sus hijos dones especiales para cumplir el propósito del SEÑOR, todos tenemos la responsabilidad de hablar de ÉL y contar primeramente a los nuestros, cuán grandes cosas ha hecho el SEÑOR con nosotros (Marcos 5.20).