¿A quién trato de agradar?
"Para que andéis como es digno del SEÑOR, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de DIOS" (Colosenses 1.10).
¿Puede una persona que no conoce a JESÚS vivir como se le antoja? Ciertamente si... pero no agradará al SEÑOR. ¿Puede un creyente en JESÚS vivir como quiera? Ciertamente no... porque no agradará al SEÑOR.
La única manera de ser agradables a DIOS es, como primera medida, conocer a JESÚS como SEÑOR y SALVADOR de nuestras vidas. Y cuando damos ese paso de fe, el SEÑOR comienza una obra en nosotros; obra que ÉL mismo, irá perfeccionando hasta el día de Su segunda venida (Filipenses 1.6). Esa obra que DIOS hace en nosotros, nos permite andar en Su voluntad (Sus caminos).
En su carta a las iglesias de Galacia, Pablo expresó: "Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de DIOS? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de CRISTO" (Gálatas 1.10).
Pretender vivir de acuerdo a nuestra propia voluntad y querer al mismo tiempo ser fieles a la voluntad de DIOS es imposible; ya que esas dos formas de vida, no son compatibles entre si.
La Escritura nos enseña: "Que andéis como es digno del SEÑOR, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de DIOS" (Colosenses 1.10).